Tributan investigaciones científicas al mejoramiento medioambiental en el oriente cubano

Enviado por Daylenis Blanco el Miércoles 20 de Septiembre 2017 - 02:2 pm

Los estudios medioambientales que tienen lugar en el oriente cubano motivan el diálogo con la Dra.C. Teresa Orberá Ratón, líder en la Universidad de Oriente de uno de los proyectos de investigación del Vlir-UOS.

Primero la vi en una foto, luego la reconocí en una reunión. Saludos ¿Usted es Teresa? Ese fue nuestro encuentro. Un par de semanas después tuvo lugar esta entrevista y ahora es ella una colaboradora fiel en el trabajo de comunicación.

¿Cuáles han sido las líneas de trabajo más importantes del P1, encargado de los servicios científicos medioambientales para el desarrollo de la agricultura sustentable y el enfrentamiento del cambio climático?

“El proyecto inicialmente tuvo dos salidas fundamentales: una medioambiental y otra destinada a enfrentar el cambio climático, vinculado directamente a la producción sostenible de alimentos. Sin embargo la mayor parte de los resultados en esta primera etapa tributan directamente hacia la arista medioambiental. El área de la producción de alimentos aún no se fortalece”

Cuando lo explica, parece sentir esta carencia como suya, la Dra. C. Teresa Orberá comenzó a dirigir el proyecto un poco después, no obstante se repone, justo a tiempo para el reto de mi próxima pregunta.

¿A qué se debe esto?

“A la propia evolución de los estudiantes de doctorado. En estos momentos de los 11 iniciales quedan 6, dos ya han defendido. De tal modo que el proyecto se ha enfocado primeramente a trabajar en el agua como recurso. Primero quisimos trabajar con agua y ecosistemas agrícolas pero se fue intensificando hacia el agua. Fuimos invitados a participar en una conferencia para exponer la experiencia cubana en el manejo de la contaminación ambiental.

Agua porque todo lo que tenga que ver con agua es un factor limitante de la agricultura y el propio desarrollo social. También porque en el caso de los embalses dulces acuícolas la escasez de agua como recurso hídrico se fue convirtiendo en un recurso altamente limitante y por tanto al disminuir la cantidad de aguas proliferan poblaciones de cianobacterias, por ejemplo, que están en esos lugares en un número que no es dañino, sin embargo al aumentar su número aparece la contaminación por las toxinas que producen esas bacterias en el agua que tomamos”.

El diálogo con Orberá es siempre ameno. Incansable a la hora de explicar, aguda en sus reflexiones.

-A nivel internacional muchos esfuerzos se reúnen alrededor de promover el consumo de Agua Segura ¿es interés también del proyecto?

“Sí. Ya te hablaba de los embalses y en cuanto a los ríos y aguas costeras miramos hacia tener un entorno medioambiental lo más saludable posible. Nos ocupan sobre todo los ríos, pues alimentan los embalses y en el caso de los ecosistemas marinos la contaminación altera todo el entorno y afecta la población de animales que habitan las costas. Esto adquiere mayor consecuencia para el Caribe, pues los países dependen fundamentalmente de la calidad de sus costas. Con el fin de utilizar el agua como recurso, el territorio avanza en la desalinizadora”.

Respecto al equipamiento, esta primera etapa del proyecto ha tenido un peso considerable. ¿Lo puede describir?

“Sí. Montamos un laboratorio para el análisis integral del agua como recurso, que ese encuentra en el Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado (CENEA). Tiene equipamiento de microscopía de alta resolución, microscopios invertidos y estamos comprando microscopios de contraste de fase. Además se adquirió un Analizador de Agua donde se realiza el análisis de todos los parámetros químicos-físicos necesarios para evaluar la calidad del agua que hasta este momento se hacían como análisis aislados. No solamente analiza agua, sino líquidos de manera general, puede implementárseles potencialidades para hacer análisis de líquidos industriales. En Cuba hay solo dos equipos este y otro que debe haber sido comprado ya por un grupo de investigación de la Universidad Central de las Villas, quienes nos están solicitando adiestramiento”.

¿La prestación de este equipo tiene un alcance fuera de la Universidad?

“Presta servicio fundamentalmente a los estudiantes de doctorado. Ahora se están comprando también los reactivos en grandes cantidades, no obstante no llegamos a la cantidad de reactivos suficientes para ponerlos a industrias e instituciones, pero si le damos servicios a áreas como Biología, Ingeniería Química, Hidráulica”.

Partiendo de esta experiencia ¿Cuáles serán las prioridades en una segunda etapa?

“Debemos enfocarnos en el tema de la producción de alimentos. Es indispensable en una provincia como Santiago de Cuba, cuya economía es fundamentalmente agrícola y su desarrollo es aún insuficiente. Es escasa todavía la producción de hortalizas, de viandas y por tanto pienso que la Universidad debe volcarse a este esfuerzo. Nos apoyamos en el Departamento de Ingeniería Agrónoma. Por tanto esa será nuestra prioridad en los próximos años, al tiempo que tributamos a varias líneas de investigación como la producción de alimentos, la de medio ambiente y en menor grado a la de biotecnología agrícola fundamentalmente”.

No lo declara, pero sé que es este su mayor reto. Se nota cuando habla con pasión del Vlir como una experiencia de vida y de formación para quienes gestionan la ciencia desde esta casa de altos estudios.

“Respecto al trabajo de los líderes de proyectos – declara - es relevante el aprendizaje en cuanto al manejo y gestión de la ciencia y de los recursos que contribuyen a su desarrollo. Vincularlo con la formación del recurso humano es un salto cualitativo importante.

Una vez que termine el proyecto la Universidad tendrá personas más preparadas para conducir la gestión de la ciencia y eso es un gran aprendizaje y por supuesto el equipamiento que se está adquiriendo. Nuestro reto es aprender a usar y operar ese equipamiento de la manera más óptima posible. También el impacto de la UO en el entorno socioproductivo, pues si sabemos optimizar el desarrollo humano y material podemos incidir más en el desarrollo de las empresas, en programas prioritarios del país como el recurso agua, biotecnologías, equipos médicos, la agricultura. La Universidad debe posicionarse en la región oriental incidiendo en las industrias, en las instituciones, en los programas priorizados de ciencia”.

Teresa Orberá

La Dra. C. Teresa Orberá Ratón precisa que los líderes de proyecto amplían su visión y se forman en la gestión de la ciencia.

 

evento en hasselt

Los principales resultados que se han obtenido hasta el momento fueron expuestos por la Coordinadora del proyecto Dra. C. Teresa Orberá Ratón en el Curso Internacional International Course North – South 2017: Tackling Global Issues: Toward a New Era of Thinking and Acting? de la Universidad de Hasselt. Fotos: cortesía Dra. C. Teresa Orberá.   [TOR1]